
ERIK ANGELO'S DETAILS
Personalidad: Agradable, simpático, falsamente serio y bastante sarcástico. Le gusta el humor basado en la ironía. Generalmente es difícil discernir cuando está hablando en serio y cuando está bullshitteando. Aunque es bastante extrovertido y no le cuesta seguir el rollo de la gente, realmente le cuesta confiar del todo en la gente debido a que entre sus compañeros de clase se esparcieron rumores desagradables cuando tenía 16 años, y comenzó a sentir que no podía confiar en nadie. Puede ser difícil atravesar sus capas para ver al Erik real, pero las pocas personas que lo consigan tendrán en él un amigo dispuesto a morir por el bien de quienes le importan.
Tiene conocimientos sobre mecánica y vehículos, siendo capaz no solamente de arreglar cualquier fallo que ocurra en su vehículo, si no también de construir máquinas de complejidad media-alta. Le gustan las espadas (tiene una colección), los coches Y EL ANIME. No le gustan los patos (uno le mordió en la mano cuando intentó darle pan cuando era pequeño y les tiene manía desde entonces) ni los rumores o falsas acusaciones.
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Backstory: Erik creció en Ventura Bay, una ciudad en la costa del continente americano. Desde que tiene memoria su padre, el previo CORREDOR CALLEJERO DEFINITIVO, le ha estado enseñando sobre mecánica y el mundo de la automoción. Debido a que su padre y sus lecciones ocupaban tanto de su tiempo libre, Erik tuvo bastantes dificultades en la escuela, teniendo que repetir varios cursos, motivo por el cual está en HPA con 18 años. Esto no parece molestarle, pese a que le han dicho varias veces que debería sentirse avergonzado de ir tan atrasado escolarmente.
Cuando Erik tenía 16 años, su padre Michael Angelo falleció en un accidente, y dado que su madre se había separado de él años atrás pues sentía que Michael no le hacía caso por estar demasiado centrado en la banda, Erik se quedó solo. Por suerte, gracias al dinero que ganaba en sus carreras callejeras, pudo mantenerse a flote con facilidad e incluso permitiéndose bastantes comodidades. A los 18 había conseguido suficiente dinero para mudarse a japón, país que adoraba por su cultura de carreras callejeras y drifting, y cuando ya estaba allí, se enteró de la existencia de HPA, donde estudiantes con talentos excelentes eran entrenados para desarrollar todavía más sus capacidades. Una vez ingresó, se perdió el rastro de él completamente.